Me encanta el dulce y en especial todas aquellas cosas que llevan chocolate. Soy de los que opinan que un postre de verdad no está completo si no lleva, al menos, un poco de cacao en su receta.
De la misma forma que soy un amante de la repostería también he de reconocer que apenas me sé manejar en la cocina. Mi repertorio de dulces artesanos se reduce a verter unas natillas de chocolate sobre unas galletas y poco más.
Como toda receta primero tenemos que empezar por los ingredientes:
Para la base
– 330 g de galletas Oreo (o la marca blanca que más te guste)
– 1/2 taza (110 g) de mantequilla derretida
Para el relleno
– 200 g de chocolate con leche
– 100 gramos de chocolate negro
– 200 ml de crema de leche
Para la cubierta
– 300 g de fresas
– Nueces picadas, almendras, cacahuetes, etc.. (opcional)
Preparación
1º Preparamos la base
Vierte los 330 gramos de galletas en una batidora. Pícalas bien hasta que queden hechas migas. Después añade la mantequilla derretida y sigue pasando la batidora hasta que todo se haya mezclado uniformemente.
Extiende la pasta que se ha formado en un molde de pastelería, y con ayuda de una cuchara dale forma. En las fotos se utiliza uno de 12X36 cm. Puedes utilizar cualquiera que tengas por casa, pero procura que no sea demasiado grande para que la tarta no quede muy fina.
2º Preparamos el relleno
Haz trocitos el chocolate con leche y el chocolate negro (las onzas en las que vienen divididos son suficientes) y ponlo todo junto en un bol. Ahora calienta la crema de leche en un cazo durante un rato. No es necesario que hierva, pero si que esté bien caliente.
Vierte la leche en el bol con el chocolate y déjalo reposar 1 minuto. Después de este tiempo el chocolate se habrá reblandecido lo suficiente, remuévelo hasta que la mezcla quede complemente homogénea.
3º Juntar base y relleno
Vierte la crema de chocolate resultante y asegúrate de que quede bien extendida. Ahora solo tienes que ir colocando las fresas una por una de la manera que mejor te parezca. Mete el molde en el frigorífico y déjalo enfriar durante dos horas.
Para acabar puedes rociarla con frutos secos picados. Esto le dará un extra de sabor a la tarta. Es un paso totalmente opcional, pero nosotros lo recomendamos.
Una vez desmoldada debería quedaros algo más o menos cómo la de la fotografía. ¡Buen provecho!
Fuente: Home Cooking Adventure,
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