viernes, 22 de abril de 2016

Crea paso a paso un terrario de plantas interiores

Lo primero de todo es elegir un recipiente de vidrio transparente que reciba bien la luz, lo suficientemente profundo para que puedan crecer las raíces y preferiblemente cerrado para que retenga bien la humedad. Puede ser con tapa tipo casita invernadero si lo queréis grande o una bombonera, campana o tarro de cristal si preferís empezar por algo más pequeño. Si las plantas no soportan el exceso de humedad – tipo suculentas o crasas – mejor que el terrario sea en un receptáculo abierto, una pecera redonda, un jarrón cilíndrico o en forma de copa pueden ser una buena elección ya que os resultará más fácil meter todos los componentes.

terrario

MATERIALES:

Gravilla o piedras pequeñas.

Carbón vegetal o activado.
Tierra o mantillo.
Plantas: Las especies vegetales más apropiadas para cultivar en un terrario son cualquier tipo de planta de pequeño tamaño que prefieran la sombra y toleren altas temperaturas y niveles de humedad.

Terrario abierto: Suculentas, crasas y cáctus.

Terrario cerrado: Bromeliáceas, orquídeas, helechos, liquenes, pothos, croton, ficus, dracaenas o begonias.

Musgo y piedras decorativas.
PASO A PASO:
1º. Llenar el recipiente con unos 2 o 3 cm de gravilla, esto evitará que el agua estancada entre en contacto con las raíces y así se elimina el exceso de humedad. Un consejo: Añadidle una plancha de musgo al fondo así funcionará como esponja para evitar que la tierra se filtre hacia la gravilla y absorberá el agua.
terrario

2º. Mezclar la tierra o el mantillo con carbón vegetal, al ser un material orgánico ayuda al drenaje, y favorece el desarrollo de las raíces, además nos va a servir de separador entre la gravilla y la tierra y dará diferentes texturas y colores al terrario. Colocaremos una segunda capa con la mezcla de 1/4 a 1/3 de la capacidad del recipiente y allanaremos bien con la mano o con la ayuda de una espátula para evitar bolsas de aire.


3º. Retirar las plantas de sus recipientes e ir colocándolas dentro del terrario haciendo huecos -con la ayuda de una cuchara o con las manos – en el sustrato para cubrir bien las raíces y dejando suficiente espacio entre ellas. Procurad que las hojas no toquen el cristal porque podría favorecer el desarrollo de enfermedades y hongos. Cuando hayáis terminado de colocar las plantas cubrid la parte superior con pequeñas planchas de musgo y si queréis con unas piedras decorativas que evitarán el crecimiento de malezas.


4º. Por último regad añadiendo el agua poquito a poco o con la ayuda de un pulverizador hasta que veáis que la gravilla del fondo está mojada. El riego dependerá de los tipos de plantas que hayáis puesto, comprobad que la tierra esté siempre húmeda y colocad el terrario en un área bien iluminada con luz indirecta de los rayos del sol.

MANTENIMIENTO:
El mantenimiento es muy sencillo, comprobad al menos una vez al mes la humedad de la tierra para ver si necesita que le agreguemos agua. Si el terrario está cerrado, abridlo si observáis que se produce condensación o si hay exceso de agua para que la tierra se seque un poco. A medida que crecen las plantas deberéis podar las ramas que sobresalgan para mantener el diseño y retirar las posibles hojas muertas o amarillas.

vía: bhg
Y después de esta clase “magistral” os voy a dejar con todas estas fotos para que os sirvan de inspiración, ya veréis que hay quien hace auténticas maravillas, así que… ¡imaginación al poder!






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