El concepto básico de este método de cuidado de la piel y limpieza de la cara, es que el aceite usado para masajear tu piel, disolverá el aceite que se ha endurecido con impurezas y se encuentra atrapado en los poros. Limpiar la cara nunca fue tan fácil, práctico y saludable como lo es con el uso de aceites ricos en nutrientes que además de accesibles en tu cocina, son saludables.
Porqué deberías limpiar la cara con aceite
Una piel clara, brillante, tersa, libre de puntos negros y espinillas, quistes y otras imperfecciones, parece ser un objetivo difícil de alcanzar. La industria del cuidado de la piel, nos hace creer eso con sus recomendaciones, e insiste en la necesidad de eliminar la grasa de la piel completamente y aplicar productos químicos que queman con el fin de evitar estas imperfecciones, pero ¿alguna vez funciona? El ciclo parece no tener fin. Es agotador, doloroso, vergonzoso y es caro.
Yendo a lo básico, cuando se trata de limpieza e hidratación de la piel, es imprescindible que tengas en cuenta que el aceite disuelve el aceite. Tu piel se lubrica naturalmente con aceite, y como somos criaturas que se adaptan, se puede creer que si éste no fuera el cuidado adecuado para nuestro cuerpo, ya se hubiera adaptado para satisfacer la necesidad.
Si has estado luchando contra tu piel por mucho tiempo, probablemente estás retrocediendo ante la sola idea de aplicar aceite en tu cara. No tengas miedo. El aceite no te traerá manchas, espinillas, quistes, barros, puntos blancos, etc., estos son el resultado de varios factores diferentes, incluyendo hormonas, bacterias, células muertas de la piel y la acumulación de estos factores. Si la piel produce naturalmente aceite, es porque lo necesita. No es una cosa “malintencionada”, está ahí para el beneficio de tu piel, permitiendo que tu órgano más grande funcione correctamente. Es de origen natural, también cura, protege y humecta tu piel para que pueda funcionar correctamente. Una piel que funciona adecuadamente, es hermosa, clara y brillante. Aprende a trabajar con tu piel, no en contra de ella, te ahorrará muchísimo.
No olvides el agua
Si bien estamos hablando de limpiar tu piel externa, también tenemos que tocar el aspecto interno. Bebe no menos de 8 vasos de agua al día. Si tu piel tiene problemas con manchas, bebe agua. El agua ayudará a liberar y eliminar las toxinas desde dentro, lo que reduce la carga en tu piel para empujar las toxinas. Lleva una botella de agua contigo durante todo el día para que el agua siempre está disponible.
Aceite de ricino y aceite de semilla de girasol para limpiar la cara
Aceite de ricino
Vamos a necesitar dos aceites. El primero, y más importante, es el aceite de ricino. Si no tienes este alimento en tu botiquín médico básico, ya es tiempo. Es fácil de conseguir. El aceite de ricino tiene propiedades antiinflamatorias potentes, pero también tiene propiedades para la curación y la limpieza, por lo que nos estamos enfocando en este aceite como nuestro aceite de principal.
El aceite de ricino ha sido el foco de muchos libros y discusión médica, debido a sus aparentemente “mágicas” propiedades curativas. Aunque puede ser nuestro aceite más importante, no lo vas a utilizar en cantidades que lo hará el otro aceite (o combinación de aceites). Un poco de aceite de ricino te dejará sorprendentemente con la piel seca.
Aceite de semilla de girasol
Desde que el aceite de ricino es grueso y sus propiedades de limpieza son fuertes, tenemos que diluirlo con otro aceite, más delgado en consistencia, pero no menos enriquecedor para la piel. El aceite de semilla de girasol y el aceite de oliva, son maravillosos aceites para la aplicación a la piel, sin embargo, el aceite de semilla de girasol resulta mejor para el masaje. Se hunde en la piel mejor, ayudando a que el aceite de ricino se transporte profundamente en los poros y ayudando a limpiar la suciedad de la superficie de la piel.
Los ácidos grasos esenciales, aunque no son de origen natural en el cuerpo, son una necesidad para la salud de nuestras membranas celulares. Estos ácidos ayudan a restaurar en la piel el equilibrio de humedad natural y ayudan a prevenir la sequedad innecesaria.
El aceite secundario que elijas debe ser determinado por la necesidad de tu piel y las propiedades de ese aceite. Elige entre aceites vegetales prensados en frío naturales, ya que estos tienen los nutrientes, vitaminas y ácidos grasos que el aceite mineral y otros aceites refinados no lo tienen. Recuerda que el aceite de semilla de girasol puede ser sustituido por el aceite de oliva.
Necesitas:
- Botella de 16 onzas de aceite de semilla de girasol – o aceite de oliva
- Botella de 16 onzas de aceite de ricino
- Botella vacía
- Paño de lavado
- Aceites esenciales (opcional)
El método en general:
- Para hacer la solución, llena la mitad de la botella vacía con aceite de ricino. La parte superior de la botella con el aceite de semilla de girasol u oliva, cierra la botella y agita durante 1 minuto. Si deseas agregar aceites esenciales como lavanda o té de árbol, añádelos antes de agitar.
- Ahora que la solución está lista, hay que usarla. Pon 1/4 de cucharada de aceite en tu mano y frota toda la cara seca durante 1 minuto. Para las mujeres no será necesario quitarse el maquillaje, ya que el aceite también sirve como un excelente removedor de maquillaje.
- Después de que la cara está completamente saturada en aceite, moja el paño en agua caliente, exprime y colócalo sobre ti durante 30 segundos. Esto permite que el vapor ayude al aceite de ricino a liberar la suciedad.
- Ahora frota el paño por toda la cara para quitar el aceite. No se necesita crema hidratante, pero si planeas salir a la calle, recuerda aplicarte tu protector solar si tu maquillaje no tiene.
- Haz esto una o dos veces al día y verás resultados en una semana. Si lo aplicas una vez, que sea por la noche.
Sugerencias más específicas según el tipo de piel:
Piel Grasa: Prueba una mezcla de 30% de aceite de ricino y aceite de semilla de girasol 70%.
Piel equilibrada: Prueba una mezcla de 20% de aceite de ricino y aceite de semilla de girasol 80%.
Piel seca: Prueba una mezcla de 10% de aceite de ricino con 90% de aceite de semillas de girasol.
Piel equilibrada: Prueba una mezcla de 20% de aceite de ricino y aceite de semilla de girasol 80%.
Piel seca: Prueba una mezcla de 10% de aceite de ricino con 90% de aceite de semillas de girasol.
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